El curso está dirigido a estudiantes de secundaria, a partir de 14 años. También se incluirán alumnos de primer año del bachiller artístico
Las concejalías de Calidad Urbana y Juventud ponen en marcha un nuevo taller de pintura mural dirigido, principalmente, a alumnos de enseñanza secundaria y bachiller artístico para decorar de la pared lateral del pabellón Sierra Espuña.
A través de este curso, impartido por el artista Andrés Guillén 'Murfy', los alumnos aprenderán a las técnicas y herramientas para ejecutar murales y restaurar espacios deteriorados, con el objetivo de afianzar el trabajo en grupo y fomentar entre los participantes procesos de integración a través del arte.
También pretende decorar la zona elegida con multitud de color y con una estética agradable a los vecinos del barrio, donde además se pueda generar un espacio de ocio acogedor para los más jóvenes. El espacio cuenta con un total de 90 metros cuadrados, divididos en nueve muros de cinco metros de ancho por dos de alto, que quedará relleno por completo, eliminando las pintadas existentes y lanzando una propuesta creativa basada en textos.
Con una duración de 20 horas repartidas a lo largo de un mes o dos fines de semana, se llevará a cabo el proyecto mural con los participantes al curso, pasando por los diferentes procesos que conlleva realizar una obra de esta magnitud y características.
El número máximo de alumnos en el curso será de quince personas. En el caso de superar el número de matrículas, se llevará a cabo un proceso de selección a través de un dibujo presentado por el mismo alumno.
Pintura mural - arte urbano
Son muchas las ciudades que ya disfrutan de enormes pinturas en sus edificios y grandes paredes que hasta entonces, eran solo fachadas grises y rotas. Desde pinturas realistas hasta piezas experimentales llenas de luz y color.
No es algo nuevo, ya que desde que se conoce la existencia del ser humano, podemos encontrar obras de gran tamaño que han decorado multitud de espacios a lo largo de la historia. Cuevas, pirámides, palacios, capillas, iglesias, plazas…
No fue hasta mediados del siglo XX cuando nace el movimiento graffiti, que utiliza los muros como método de expresión. Proliferado por lemas políticos que reflejaban el cambio de una nación. Al poco tiempo, en la ciudad de Nueva York, esto cambió por firmas de nombres que los mismos graffiteros se asignaban. Cliff 159, Blade, Noket 168, Kindu…
A partir de 1975 el graffiti asalto los trenes del metro de Nueva York. Y de una forma ilegal, jóvenes artistas callejeros inundaban de pintura los vagones a altas horas de la noche. No tardaron mucho en prohibir y perseguir este movimiento que poco a poco, fue llenando de pintadas y colores la propia ciudad.
Lo que surgió como una forma de expresión y reivindicación de jóvenes en las calle, no tardó en llevarse a las galerías y a otros eventos artísticos. A finales de los noventa, aquello que se entendía como graffiti, definido como enmarañadas tipografías con volumen y multitud de colores, se traslado a la parte más figurativa. Ya no solo se pintaban palabras en los trenes. Ahora las obras eran mucho mayores y con otro sentido, lo figurativo y experimental.
Muchas ciudades decidieron dar cabida a todos esos jóvenes talentos, aceptando que un graffiti no tiene por que ser una fea firma en la pared o un pintarrajo hecho con despropósito. A principios de este siglo, ha evolucionado este fenómeno de una forma vertiginosa. Cada vez los murales son mayores y se incentiva para que las grandes ciudades llenen de cromatismos las altas paredes de sus edificios.
El soporte del artista del siglo XXI ha cambiado. Cada vez se apuesta más por ese arte callejero que antaño estuvo prohibido hasta con pena de cárcel. Además, cada vez es mayor el número de artistas ya consagrados que quieren pasar por el filtro de experimentar con piezas de grandes dimensiones.
Ante estos acontecimientos entendemos que, las posibilidades que nos ofrecen los nuevos materiales y recursos como los jóvenes talentos, han de ser exprimidas para llevar a nuestros espacios más cercanos, estas magníficas piezas artísticas.
Para todo ello, se programa este taller con la intención de promover y enseñar la técnica y el uso de estas herramientas para realizar murales de gran formato. Desde el comienzo de la fase de estudio y preparación de los espacios. Hasta su bocetación y ejecución en el muro asignado.
Profesor
Andrés Guillén Cazorla 'Murfy'
Estudió Bellas artes en Granada y luego prosiguió con un máster de gestión y producción artística en la facultad de Murcia. Desde sus inicios hasta la actualidad, han sido muchas las facetas creativas en las que se ha desenvuelto este joven artista murciano. Ha trabajado en el mundo del diseño, la ilustración, la pintura mural, el vídeo-arte, la instalación y la animación.
En los últimos quince años, tanto en Granada como en Murcia principalmente, ha tenido la posibilidad de llevar a cabo diferentes proyectos de participación colectiva. Desde ejemplos tan significativos como el colectivo MIGA (Granada), dirigido al ámbito de las artes visuales y la música electrónica, como el colectivo Ilustra (Murcia) entre otros, donde se generaron diferentes propuestas artísticas en la ciudad a lo largo de dos años (muestras de ilustración, exposiciones y la dirección y creación de una revista de ilustración aplicada).
Aunque ya había trabajo en grandes espacios en cuanto a la pintura y la ilustración, es a partir de 2012 cuando decide dejar su trabajo como animador en una empresa de Murcia y se lanza por su cuenta a realizar diferentes proyectos de ilustración mural en paredes y locales distribuidos por la región.
Desde entonces, son multitud de proyectos en los que este artista murciano, ha dejado con su particular huella en cuanto a la temática y las técnicas que utiliza.