El frío y la lluvia no desalentaron a los cientos de romeros que, un año más, quisieron acompañar a la Virgen de La Candelaria hasta su ermita de El Collao.

Tras la celebración de la tradicional misa de La Candela, en la iglesia de San Lázaro, los vecinos iniciaron el recorrido hasta la iglesia de La Concepción donde se les unieron diferentes rondallas y caballos para iniciar la andadura al paraje.

Poco a poco, se fueron uniendo personas hasta juntarse varios cientos que cantaban las tradicionales canciones de la romería, mientras seguían a la imagen de La Candelaria, portada a hombros y presidida por la “Torta de La Candelaria”, es decir, una tortada llevada por romeros. Al llegar a su ermita, donde se encontraban numerosos vecinos que habían subido con anterioridad, tuvo lugar la misa de campaña y tras ella, todos se dispusieron a preparar las viandas para la comida campestre.

Como desde hace unos años, la Concejalía de Festejos brindó a los comensales una paella gigante para todo aquel que la quiso degustar. La jornada transcurrió hasta que el mal tiempo impidió a los romeros seguir con la fiesta