Cumplir años siempre es motivo de alegría, pero llegar a los 100 años con buena salud, rodeada de familia y amigos es una experiencia de la que pocos pueden presumir. Leonor Vicente Noguera nació un 29 de septiembre de 1914 y en la Residencia de la Tercera Edad Virgen del Rosario, donde se hospeda en la actualidad, decidieron celebrarle su centenario tal y como esta afable y entrañable alhameña se merece.

Por su puesto, su familia se unió a la celebración a la que se sumó el alcalde del Consistorio, Alfonso Fernando Cerón Morales, acompañado por la edil de Mayores, Mª Carmen Díaz Romera. También quiso estar presente en el acto el director del IMAS, Leopoldo Navarro, así como el director general de Personas Mayores, Enrique Pérez. Tampoco faltó la directora de la residencia, María José Martínez, así como todo su personal y residentes a los que se sumaron amigos de Leonor.

El acto preparado contó con todo tipo de actividades. Los sobrinos de Leonor, que no tiene hijos, leyeron ante el público un resumen de su vida que también mostraron a través de una proyección con las imágenes de la vida de Leonor.

Además, los trabajadores de la residencia, convertidos en actores la mañana del sábado 27, representaron una escena de la vida de Leonor que ella misma les había narrado en diversas ocasiones.

Leonor Vicente también contó con todo un lujo: un pequeño recital del guitarrista Manuel León que interpretó diversas piezas típicas en la juventud de Leonor.

La mañana, en la que no faltó la tarta con velas y el cumpleaños feliz, concluyó con las canciones del coro rociero Aromas del Rocío.

Quien es Leonor Vicente

Leonor Vicente es la segunda hija de Leonor y José María, “El Granaero” de quien su familia hereda el apodo. Antes de cumplir su primer año la familia vivió en la casa de una finca cercana a la Balsa Larga, donde su padre fue el encargado.

En esta casa vivió la familia, que tuvo siete hijos, hasta el año 1952, cuando su padre, ya jubilado, construyó la casa familiar entre la calle Baleares y Los Pasos, en las inmediaciones de El Calvario.

La protagonista de esta historia junto a sus hermanos, al igual que otros muchos alhameños aprendieron a leer en la escuela de El Ral a la vez que ayudaban en el campo y con el ganado y las mujeres aprendían a coser y bordar en la máquina de su madre.

Recién acabada la Guerra Civil, y en poco más de un año, fallecieron su hermana primogénita y su madre, que le traspasan, como hermana mayor, el papel de ama de casa, organizadora del entorno familiar, labor que ha ejercido desde los 26 años de edad hasta los 97.

En el año 1952, cuando la familia vino a vivir al pueblo y su hermana instaló un taller de confección de vestidos, se especializó como planchadora. La economía familiar se ha basado exclusivamente en estos dos pilares, los hombres en el campo y las mujeres en la confección y ayudando en el campo.

Su familia cercana ha sido muy escasa pues, a pesar de haber tenido 6 hermanos, solo se casaron la primogénita, Ana, cuyo único hijo también murió poco después que ella, y el hermano que la seguía, Paco, que le dio una sobrina y un sobrino (que son la familia que le queda hoy día, junto con las dos hijas de su sobrina). Su hermana Dolores, la más pequeña, murió muy joven. La mayor parte de su vida la ha pasado con sus dos hermanas, María e Isabel, y un hermano, Martín, que permanecieron solteros, como ella, viviendo juntos en la casa familiar del pueblo.

Hasta cumplir los 97 años vivió en su casa del El Calvario cuidando de su hermano Martín, el último que le quedaba, y tras el rápido empeoramiento de su estado clínico solicitó dos plazas privadas en la Residencia de Personas Mayores Caser-Santo Ángel para estar con él hasta su muerte acaecida a finales del año 2011. Permaneció en esta residencia hasta julio de 2013, que se le concedió una plaza pública en la Residencia Virgen del Rosario de Alhama de Murcia donde reside actualmente.

Alhama de Murcia, 2 de septiembre de 2014