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Pregón de Constantino López "Constan"

02/10/2016 2161
Vecinos de Alhama, familiares y amigos. Hay pregones de todos los tipos: religiosos o laicos, que agradecen y homenajean, cómicos, emotivos, reivindicativos, populistas y pasionales. Hay pregones que son música, poesía o teatro. Pregones que son historia y otros que no serán mas que polvo. Mi pregón será variado, un poco de todo y mucho de nada, pero sobre todo será una sencilla reflexión y una emotiva mirada a la Alhama de mis ferias o... a las ferias de mi Alhama.

He de confesar que mi primera reacción al conocer mi elección como pregonero fue la del rechazo y la negación...
¿Pero yo? ¡Si yo no soy nada! ¡Si nadie me conoce! No comprendía quien podría ver en mi, un músico y productor dedicado a pasar horas y horas encerrado, en la oscuridad de los estudios de grabación, las cualidades y los méritos para el reconocimiento que supone el pregón de esta noche. Pero antes de que de mi boca saliera un rotundo y contundente: No!! Vinieron a mi cabeza imágenes conocidas, como si ya hubiera vivido ese momento, un déjá vu... Vino a mi mente la imagen de mi madre recibiendo, como yo, la noticia de su elección como pregonera de las fiestas... No en una si no en dos ferias fue invitada a dar el pregón y en ninguna de las dos ocasiones la enfermedad le permitió hacerlo. Desde lo mas profundo y de forma indescriptible sentí la mano de la justicia eterna, esa que siempre se las apaña para, al final, de una forma u otra poner las cosas en su sitio... Más por ella que por mi decidí en ese momento aceptar y decir que sí. 
Algunos de los aquí presentes sabrán de quien hablo y otros jamás habrán oído hablar de Celia Díaz Cánovas: mi madre, la maestra, la primera mujer concejal de la actual democracia y... algunas cosas más. La recuerdo amable y entregada, sencilla y risueña con un aire de melancolía que mas fuera, quizás, un "reservado el derecho de admisión" a lo que el destino le tenia preparado. Persona muy querida en Alhama entregó a los demás lo mejor de si misma como maestra y como concejal de Cultura por el Partido Comunista en la primera legislatura. Valiente, moderna y luchadora, no tuvo miedo de presentarse a las primeras elecciones democráticas, en un país donde el cambio de la dictadura a la democracia no se había consolidado, siniestras fuerzas que se oponían a la llegada de la libertad presionaban asesinando a estudiantes, sindicalistas y opositores y la amenaza de un golpe de estado flotaba en el aire, como finalmente sucedió. Comprensiva, justa y protectora, no creo que quisiera ser en su vida otra cosa mas que maestra.

Estas últimas semanas me he preguntado muchas veces cual hubiera sido su pregón... Nunca lo sabremos, pero si me permiten, me gustaría dejar a modo de homenaje algunos de los pensamientos que frecuentemente compartía con nosotros: 
"Mi madre fue una devota creyente de que la educación y el conocimiento son las únicas armas para mejorar el mundo sin guerras ni violencia, solía decirnos que solo a través de estas se podrían formar generaciones de personas libres e íntegras capaces de forjar su destino con dignidad y valentía. Nos decía que todas las profesiones son válidas y necesarias... Que fuéramos lo que fuéramos en la vida: barrenderos, fontaneros, banqueros, maestros, agricultores o artistas fuésemos ante todo personas dignas y sencillas que apoyadas en el conocimiento y la razón transitaran por la vida de forma honesta y generosa. Fue una fiel defensora de la escuela pública y universal, esa escuela que ofrece a los niños de toda condición social la oportunidad de a través de su esfuerzo y capacidad, llegar hasta las estrellas y mas allá y no reserva el firmamento para unos escogidos privilegiados. Esa escuela pública que nos educa en la pluralidad y diversidad, reuniendo en torno al árbol del conocimiento a niños y niñas de distintas capacidades, necesidades y clases sociales para crear el armonioso mundo del mañana. Una escuela para todos y no contra algunos".

Una vez aceptado el encargo de ser el pregonero tuve que buscar argumentos para justificarme a mi mismo que merecía semejante honor. Mas de la mitad de mi vida he dedicado a la música: estudiando, tocando, grabando, componiendo o enseñando.
No podría entender mi vida sin ella o incluso podría decir que fue la música la que me escogió a mi, pues en los mas duros momentos cuando, cansado, he intentado dejar su camino, ella ha venido en mi rescate.

Obviando mis tiempos de músico actuando por mas medio mundo empecé recopilando todos los discos y grabaciones en los que he participado y que estaban desperdigados por casa.  Hasta  62  discos  encontré.  Empecé a ver en la distancia los frutos de mi trabajo... 62 discos para apoyar toda una escena que modesta va creciendo día a día, verdaderamente independiente y que ofrece desde Murcia lo que somos y hemos sido, sin complejos, pero con un eterno afán de superación. ¿Son mis méritos solamente míos? Evidentemente no!! Mis méritos son el fruto del trabajo conjunto de una comunidad de músicos que, entusiastamente, está creando la banda sonora de nuestro tiempo. Quiero dar las gracias de todo corazón a todos los músicos, grupos y cuadrillas que han confiado en mi y a los que debo estar esta noche en este balcón.

Pero... Alhama es un pueblo agraciado... poco mas tiene que envidiar rodeada de imponentes montañas, fértiles valles, aguas termales, torres y castillos y hasta un modesto río que enfoca el mar a lo lejos. La miremos como la miremos: desde el  tren, los huertos o la muela... Alhama es pura poesía rodeada de montañas.
Mi padre me enseñó desde niño a amar Sierra Espuña. Con él caminé por todos los caminos, parajes y picos. Malvariche, los  pozos, el Pedro López, Piedra Apartada, Fuente Blanca, las paredes... Majestuosos lugares donde junto a él experimenté la fuerza de la naturaleza y sentí la inmensidad de un universo en el que somos una minúscula parte y que tenemos el deber imperdonable, de proteger para las generaciones futuras. Como mi madre, fue otro valiente comprometido con mejorar el mundo para todos. En su mirada cansada se podría ver resumida la decepción de aquellos que se permitieron soñar con una España de todos, libre y justa. Me enseñó a llamar y ver las cosas por su nombre, a no caer en los engaños de una realidad que dice ser una cosa cuando es lo contrario, a ver la política como el mas noble y generoso de los sacrificios que hombres y mujeres, podemos hacer por nuestra comunidad, a conocer la historia como medio para entender el presente y a sentir la música como algo elevado y espiritual y no como un mero entretenimiento. Me enseñó que el deber esta por encima del placer y que a veces el destino nos tiene preparadas importantes misiones, a un lado distinto del camino. Constantino López Calero, el de Comisiones Obreras, el concejal de Izquierda Unida, el hijo de Doña Margot y nieto de Constantino López Méndez, el alcalde viejo. Me gusta recordarlo en aquella vieja foto en la que joven y fuerte levantaba una pancarta en contra de la minería en Sierra Espuña. 
Hins Al-Hamman, el castillo del baño o Alhama de Murcia. Las aguas termales que nuestro pueblo almacena bajo la tierra nos pusieron el nombre. Son un regalo de la naturaleza que los habitantes del pueblo han disfrutado durante miles de años para curarse, relajarse o hacer vida social que de la noche a la mañana y de la forma menos provechosa y simplona hemos dejado de disfrutar. ¡¡Algo tendremos que hacer!! No me gustaría ser juzgado por la historia como la generación de alhameños que acabó con la antigua tradición de los baños termales. Aún estamos a tiempo de remediarlo y con suerte, en nuestra milenaria historia, apenas pesarán unos pocos años en blanco.

El castillo es el icono de nuestro pueblo. Desde lo alto nos recuerda el sinuoso devenir de la historia... las idas y venidas, la gloria y la derrota... que aunque el presente parezca eterno no lo es y todo absolutamente todo cambia para terminar siendo devorado por el paso del tiempo. Castillo de otros tiempos y culturas nos demuestra la prosperidad con que se agradece a los pueblos, el saber convivir en paz.

Todos estos regalos y algunos mas hacen a los alhameños unos privilegiados, cosa que con el paso de los años nos ha dotado de un carácter especial. Sobrios pero generosos, modestos pero osados, valientes pero prudentes... tal vez demasiado individualistas y pagados de nosotros mismos. Sabemos marcar la diferencia allí donde vamos y en aquello que hacemos sin necesidad de aparentar lo que no somos. 
Con la fuerza de nuestros cuerpos, músculos y tendones hemos sabido levantar colosales empresas que alimentan, si no a miles, a millones de personas y hemos acariciado la gloria olímpica en la disciplina mas culta y erudita de todos los deportes. Me enorgullezco cuando veo que Alhama es capaz de ofrecer la oportunidad de una vida mejor a centenares de inmigrantes que hubieran llevado vidas miserables en sus países de origen.

Un modesto pueblo de artistas lleno de pintores, poetas, actores, escritores y músicos. Un pueblo que ha sido pionero en festivales de teatro, música y cine pero que dejó casi casi desaparecer sus cuadrillas, auroros y bandas de música.

En este pregón quiero hacer una fuerte defensa de las músicas tradicionales. Mis padres no me educaron en la tradición, crecí escuchando músicas modernas: rock, pop, folk, jazz... pero también me enseñaron a respetar y a no ser una inocente víctima de modas y tendencias. Con el tiempo me di cuenta de que todos los pueblos tienen una esencia musical que los hace únicos y diferentes. Músicas tradicionales con las que nuestros antepasados decoraron las etapas y acontecimientos de sus vidas. Por supuesto, las tradiciones no deben ser un apretado corsé que nos cierre los caminos, el mundo tiene infinitos bienes que ofrecer y debemos avanzar, pero un pueblo que pierde sus tradiciones es un pueblo sin columna vertebral.

Un pueblo donde abuelos, padres, hijos y nietos no pueden juntos cantar y bailar es un pueblo roto. 
A finales de 1.952 el musicólogo norteamericano  Alan Lomax visitó Alhama de Murcia. Pionero en la grabación de las músicas del mundo, viajó por todo el planeta recogiendo músicas tradicionales de todas las culturas y grabó en nuestro pueblo algunos de los mas bellos y singulares palos del folclore murciano. Los hermanos Valverde conocidos como los “Ciegos”, el tío Jardinero, Pepe el del “Puentecico” y algunos músicos y niños de los que se desconoce su identidad dejaron registrada la banda sonora de la Alhama de entonces, que permanece inmortal en los archivos de Lomax. Insto a nuestro ayuntamiento a que de algún modo los ponga en valor para que el pueblo de Alhama y sobre todo las nuevas generaciones conozcan nuestra herencia musical.

Si hay una cosa que ha provocado escribir este pregón es la de recuperar y ordenar en mi memoria las vivencias de ferias pasadas, ferias de mi infancia y sobre todo juventud. Uno mira hacia atrás y se da cuenta de que ha vivido. Ya lo creo!! Recordar la emoción de montarse en las atracciones...el simple girar de los caballitos nos parecía la vuelta al mundo...montarse en una minúscula noria era una peligrosa aventura...ingenuos esperábamos llevarnos la bicicleta de la tómbola y todo nos sabía a poco. Pero sobre todo recuerdo las ferias de mi juventud... Soy de la generación que conoció la feria casi como es hoy... El Chupinazo, las peñas, las camisetas, los conciertos y las carrozas... Los grupos de jóvenes nos organizábamos en peñas para en cocheras, garajes y bajos celebrar las fiestas. "Cocolisos", "Papeletas", "Puerorum", "Cocotazo", “Pacojones”,  "Juergas", "La Caña" y muchas peñas más... 
Con la distancia de la edad me doy cuenta de que lo mejor y mas mágico de la ferias era salir de nuestra cochera e ir a colarnos como fuera en las otras peñas para, a la aventura, adentrarnos en lo desconocido. Aquellas eléctricas noches no había miedo ni temor y cualquier cosa podía suceder...acercarse a aquella chica hermosa a la que nunca interesaste, perder de vista a tus amigos por acabar hablando, hasta el alba, con jóvenes que no conocías de nada, declararte a la chica de tus sueños o con suerte pillar un  pobre  beso  y  campana  y  se  acabó!!  Nuestro futuro estaba por escribir, todo era nuevo y emocionante, creíamos ir por la vida de incógnito y el equipaje era poco y ligero.

Las fiestas populares no debieran ser la apertura de la veda para comer, beber y cometer degradantes locuras... Surgen de la natural necesidad de las personas, de romper los muros, que diariamente separan a clases sociales, ideologías y culturas mediante la celebración en comunidad de bailes, comidas y juegos. Son las fiestas el momento de disfrutar con los amigos, conocer a nuevas personas, intercambiar palabras con aquellos antiguos compañeros de colegio o arreglar por una vez viejos conflictos. Son momentos para el reencuentro...para el amor, para romper la rutina, para hacer de la vida poesía y escribir nuestra propia canción. Al final de todo son la oportunidad de construir mas y mejor el alma de un pueblo. 
Pensar en las ferias pasadas me ha hecho recordar la Alhama de mi juventud, un pueblo que ya solo existe en la mente de los que la vivimos y que perdura como un espejismo en mi mirada...

Aquellos míticos conciertos en el Auditorio, el esplendoroso año 92, el "7" y el "Virginia"... personas que ya no están y otras que se fueron lejos pero que dejaron un recuerdo permanente... Improvisadas noches de carnaval, mayos pasados por agua, torrenciales septiembres y soleadas candelarias. Amistades, amores y desamores. Triunfos, fracasos y meteduras de pata. Cafés rusos y pantanos, empanadillas y “tortis saridinis”, tardes de Dire Straits con deliciosa tarta de chocolate. Una Alhama  inolvidable  que como las ferias pasadas queda imborrable en el recuerdo.

Quizás la vida, al final de todo, sean estos pequeños y efímeros acontecimientos, como las ferias de Alhama, que en el recuerdo y con el tiempo van creciendo lentamente hasta convertirse en los actores principales de la película de nuestra vida.

A los jóvenes que van a vivir sus primeras ferias les quiero decir que las disfruten ahora, que se entreguen, que sientan la electricidad que carga la noche. Pero que no escuchen las falsas promesas de las drogas y que no emborronen su memoria con falsos recuerdos etílicos. 
A los que ya hemos vivido unas cuantas pero nos quedan muchas mas, nos digo que nos hagamos un favor, que aparquemos los deberes y responsabilidades por unos días y disfrutemos de la feria con nuestras familias y amigos.

A los que llevan muchas ferias ya, felicitarles por tan largo camino y desearles que disfruten muchas mas. Ellos ya comprendieron, antes que yo, el valor de disfrutar la vida y aprovechar lo que ésta nos ofrece, sin dejarlo para mas tarde.

A todos nos pido… antes de que con el final de la feria acabe el verano y caiga de súbito el otoño, que disfrutemos estos días de las fiestas, la música, la comida y la gente. A todos nos pido que respetemos a los que descansan y que toleremos a los que festejan, que aparquemos las diferencias, que no nos separen ideologías ni credos, que acojamos como sabemos a los que vienen de fuera...

Para terminar, a todos nos pido que felices y animados ocupemos las calles para celebrar juntos las fiestas de Alhama!!

¡¡VIVA LA FERIA DE ALHAMA!! ¡¡VIVA ALHAMA!!
¡¡VIVA UNA ALHAMA PLURAL, MODESTA Y LIBRE!!

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