Las tareas han consistido en el vaciado de todos los sedimentos que habían rellenado el recibidor del aljibe, el arreglo de su pared mediante el reforzamiento de sus muros, la reparación del abrevadero y el acondicionamiento de una charca para abastecimiento de agua a la fauna de la zona. Además, los vecinos colocaron un cartel interpretativo del lugar y dos señales direccionales para indicar hacia donde lleva el camino que transita por la zona.

El Charco es un paraje de la sierra de Carrascoy, situado a unos 750 metros de altitud, que tradicionalmente ha sido lugar de refugio y trabajo de pastores y agricultores. Sus viejos corrales y la pequeña casa anexa, el antiguo aljibe y su abrevadero, ahora arreglados, los restos de sus antiguos bancales o las encinas monumentales, delatan la continua presencia humana y el esfuerzo por conservar sus valores ambientales para facilitar la vida de sus pobladores. Hoy es un punto de encuentro clave de caminantes, ciclistas, fotógrafos o estudiosos que recorren la zona, de un especial valor sentimental para los habitantes de la pedanía de La Costera. Este paraje forma parte de las casi 300 hectáreas de superficie con que cuenta la finca municipal destinada a la conservación de la biodiversidad dentro del Parque Regional de El Valle y Carrascoy.