El hallazgo se produjo al visitar un domicilio por una denuncia de violencia de género
El pasado domingo el teléfono único de emergencias 112 informa a la Policía Local de Alhama de un presunto caso de violencia de género en el municipio. Una vecina de la localidad denuncia supuestas amenazas con un cuchillo de cocina por parte de su compañero sentimental. Los agentes se personan en el domicilio y detienen al hombre, que se había autolesionado en las muñecas con el arma.
En el momento del suceso, en la vivienda se encuentra un testigo presencial, que relata cómo el detenido había amenazado con el cuchillo en el cuello a la presunta agredida.
Después de avisar a la Guardia Civil y llevar al centro de salud al detenido, los agentes regresan al domicilio para entrevistarse con la mujer. Mientras hablan en el comedor, uno de ellos observa una potente luz bajo una de las puertas, bastante deteriorada y cerrada con tres llaves, además de un fuerte olor a marihuana.
La Policía Local le pregunta a la señora si tiene alguna plantación de estupefacientes ahí dentro, indicando que “con lo que gano no puedo vivir, es solo para una pequeña ayuda”, “les abro la puerta y las plantas se arrancan y se termina todo”, “¿no me irán a denunciar?”. La mujer abre la puerta con un juego de llaves y los agentes comprueban que se trata de un dormitorio convertido en un invernadero dedicado a la plantación de marihuana. Allí descubren potentes focos de luz para activar el crecimiento de las plantas, extractores para el control de olores, humedad y temperatura, hormonas de crecimiento y diecinueve plantas de marihuana en plena producción, además de ventiladores y una alarma conectada en un acceso a la vivienda por el patio para evitar el robo de material.
Los agentes informan a la Guardia Civil, que se persona en el domicilio y proceden a la incautación de los diferentes instrumentos y plantas encontradas hasta sus dependencias, donde quedan bajo custodia.