05/07/2024
SIN AGUA
NO HAY MOSQUITOS
LUCHA
CONTRA LOS MOSQUITOS EN ALHAMA DE MURCIA
Campaña
2024
El Ayuntamiento
por sí solo no puede contener esta plaga si tú no colaboras. Aquí tienes
algunas recomendaciones, tanto sobre manejo de acúmulos de agua como de
autoprotección personal
El Ayuntamiento de Alhama de Murcia está desarrollando una intensa campaña de control de las diferentes especies de mosquito que se reproducen en nuestro municipio. Esas acciones se inician cada año con la llegada de los primeros calores.
En 2024 arrancamos a mediados de marzo y está previsto que concluyamos en la segunda mitad de diciembre (o cuando las temperaturas medias diarias estén por debajo de las óptimas para la reproducción de este grupo de insectos). Además, por el especial interés sanitario que para la población tiene la presencia en nuestro municipio del mosquito tigre, este consistorio está adherido desde 2018 al Sistema Regional de Vigilancia del Mosquito Tigre (SRVMT).
Nuestro municipio cuenta este año con cuatro puntos de muestreo. Personal del Ayuntamiento recoge periódicamente las muestras, la Universidad de Murcia las analiza y realiza informes y la Dirección General de Salud Pública financia y coordina el Sistema.
Para que todo este
esfuerzo municipal tenga su reflejo en una reducción real de las poblaciones de
mosquitos es imprescindible que los ciudadanos se impliquen desde sus casas,
sus trabajos, sus campos o sus aficiones. No en vano, el 85% de los focos de producción
de mosquito tigre están en propiedades privadas. De ahí que te demos estas
recomendaciones básicas.
RECOMENDACIONES BÁSICAS A LA POBLACIÓN.
SOBRE ACUMULACIONES DE AGUA.
a) Tapado de recipientes. Tapar todos los recipientes (cubos,
palanganas, maceteros, jarrones, ceniceros, ruedas, juguetes, etc.) que hayan
acumulado agua y se necesite para usos posteriores.
b) Vaciado de puntos de acumulación. Vaciar todo recipiente de cualquier tipo
que haya acumulado agua y que no se pueda tapar, prestando especial atención a
los platos de debajo de las macetas. No olvidar también los plásticos a veces
acumulados en patios o solares, los cuales pueden retener entre sus pliegues
suficiente agua como para favorecer el ciclo biológico de los mosquitos.
c) Renovación de agua en bebederos. Cambiar como máximo cada 48 horas el agua
de los recipientes de bebida para los animales de compañía. En épocas de máximo
calor (julio y agosto principal aunque no exclusivamente) cambiar ese agua cada
24 horas.
d) Revisión de tejados. Eliminar las aguas retenidas en canales de drenaje o de
desagüe, tales como los que existen en tejados, terrazas o balcones.
e) Vaciado o tratamiento de piscinas. Vaciar las piscinas de plástico hinchables
si no se van a seguir utilizando. En caso afirmativo, tratar sus aguas
periódicamente para evitar la deposición o eclosión de huevos de mosquito.
f) Acumulaciones de agua en lonas de piscinas. Tras periodos de lluvia hay que proceder a
la eliminación total de los encharcamientos superficiales.
g) Encharcamientos en fincas agrícolas. En fincas rústicas, evitar las
acumulaciones de agua en balsas, embalses, balsones, caños, acequias, sifones,
partidores y demás estructuras de riego, así como en los propios bancales o en
los aljibes que algunos campos y viviendas aún conservan. En el caso de que
esas acumulaciones se produzcan y permanezcan más de 48 horas (24 en épocas de
máximo calor) se deberán tratar sus aguas para evitar la aparición de insectos
adultos tal como en el punto i) explicamos.
h) Sellado de agujeros en troncos. También en fincas rústicas hay que tapar
agujeros en troncos y ramas de árboles que pudieran acumular agua. Esto se
puede hacer con tierra o arena.
i) Tratamientos larvicidas.
En las zonas donde no quede más remedio que acumular agua (embalses, balsas,
balsones, sifones, depósitos, etc.) deberán instalarse mallas protectoras que
impidan el acceso de mosquitos o realizar tratamientos larvicidas periódicos.
Para esto último lo más eficaz es utilizar medios biológicos mediante la
inoculación de Bacillus thuringiensis. Como en todo producto, hay varias
marcas comerciales que lo suministran, básicamente en dos formatos, líquido o
sólido, en este último caso normalmente en granulado. Dado que el uso
continuado de un mismo insecticida termina por provocar resistencias en el
mosquito que intentamos controlar, se aconseja alternarlo con Bacillus
sphaericus.
AUTOPROTECCIÓN PERSONAL.
Ante las restricciones legislativas hacia el uso de
tratamientos adulticidas, además de por supuesto, los riesgos que ellos suponen
para la salud pública y para otras especies que no son plaga, la autoprotección
personal ha de convertirse en un elemento clave de las actuaciones que día a
día hay que realizar. El modelo explicativo a seguir es el mismo que el que se
da ante la exposición a los rayos solares, que antaño lo era sólo en verano y
para cuando se iba a la playa y actualmente lo es para todo el año y en casi
todos los ámbitos exteriores durante el día. Nos referimos a la aplicación en
piel de cremas solares, insistentemente recomendada para todo tipo de pieles y
en casi todo tipo de circunstancias. Bien, igual habrá de hacerse con los
tratamientos mediante repelentes antimosquitos.
Para ello hay que tener en cuenta que el mosquito común
vuela a cualquier altura dentro del rango de la talla humana, mientras que el
mosquito tigre lo hace preferentemente por debajo de los primeros 50-60 cm con
respecto al suelo. En el caso de los niños esta última altura puede coincidir
con toda su talla.
j) Salidas. Evitar pasear o
transitar por lugares con vegetación abundante y cercana a cursos o
estancamientos de agua, especialmente al amanecer y al atardecer.
k) Ropa. Vestir ropa que cubra todo el cuerpo, que no sea ajustada (los
mosquitos pueden llegar a atravesarla) y que tenga un cierto grosor en la tela.
Algunos expertos aconsejan usar preferentemente ropas de colores claros y no
brillantes.
l) Repelentes. Utilizar repelentes de mosquitos al menos en las
horas de mayor exposición, sobre todo al caer la tarde. Si se detecta la
presencia de mosquito tigre esos protectores deberán ser específicos para esta
especie, pues de lo contrario no serán eficaces. En este caso hay que tener
presente que estos productos no se pueden utilizar con menores de 2 años y que,
según los principios activos que contienen, hay que hacerlo con precaución en
los menores de 14, evitando sobre todo su aplicación en manos, boca y mucosas.
Si los repelentes se han de usar junto con fotoprotectores utilizar éstos
primero, dejar pasar unos 20 minutos y después aplicar el repelente. En
cualquier caso, paulatinamente se van incorporando al mercado productos
pediátricos y/o de mayor eficacia, diversidad de insectos a los que repele y
mayor duración.
Los repelentes para mosquito común son
tradicionalmente conocidos. No sucede así con los que se aconsejan contra el
mosquito tigre. En este último caso son de demostrada eficacia los siguientes:
*Concentraciones superiores al 20% no han sido evaluadas a nivel europeo.
Fuente: Guía para la gestión de los mosquitos y simúlidos. ANECPLA, 2018.
m) Reforzar los tratamientos. La duración de la eficacia de estos productos está condicionada por varios factores: sudoración, lavado, aplicación de otros productos, etc. Por tanto, conviene tener presente que en las horas de mayor exposición al riesgo de picadura puede ser necesario realizar aplicaciones de refuerzo en los periodos intermedios a los que el fabricante aconseja. El roce con la ropa, la capacidad de absorción de la piel, el lavado corporal con agua o la temperatura ambiente (cada incremento de 10 ºC de temperatura disminuye un 50% el tiempo de protección) pueden mermar la prolongación de su eficacia.
n) Higiene personal. Una correcta higiene personal evitando la sudoración y los olores corporales fuertes reduce la apetencia a picar.
o) Perfumes intensos. Determinadas colonias o jabones y aerosoles con perfumes intensos y dulces pueden ser atrayentes para los mosquitos.
p) Frío y viento. Suelen ayudar, de ahí que el aire acondicionado suela impedir la aparición de los mosquitos. Hay que utilizarlo con moderación por los elevados costes ecológicos y económicos que supone. El uso de ventiladores en espacios cerrados puede ayudar a alejarlos.
q) Tras la picadura.
i. No rascar para evitar infecciones.
ii. Limpiar y desinfectar la zona afectada.
iii. Aplicar frío local.
iv. Aplicar preparado farmacéutico a base de amoniaco (atención a menores de 2 años o personas sensibles).
v. Mantener la zona afectada en reposo.
vi. Si persisten las molestias o se producen reacciones más graves consultar con un médico.