Según los criterios establecidos por la Comisión en relación a la denominación de las calles de Alhama, tanto la Avenida con el nombre de Almirante Bastarreche, el busto existente del Almirante en la fuente del Jardín de Los Patos y el título de hijo adoptivo de Alhama de Murcia, vulneran lo establecido en la denominada 'Ley de Memoria Histórica' y en aplicación del artículo 15.1. Por ello el acuerdo determina:
1. Que sea retirado el busto de bronce del Almirante Bastarreche colocado sobre la fuente de piedra, así como las letras de agradecimiento “ALHAMA AGRADECIDA” que representa el testimonio de exaltación a un militar que participó en la Guerra de España con acciones de muerte sobre población civil.
2. La retirada de la placa de mármol de la avenida Almirante Bastarreche y su conservación en un lugar adecuado de carácter histórico como archivo, museo, etc.
3. Se propone como denominación de la citada avenida la de Avenida de Cartagena, teniendo como base el criterio de utilización del nombre antiguo, en caso de existir, como sucede en este caso.
4. Se le retire el título de “Hijo Adoptivo” de Alhama en aplicación del artículo 25.1 del Reglamento de Honores y Distinciones del Ayuntamiento de Alhama de Murcia.
Tradicionalmente la vinculación de Alhama de Murcia y el Almirante Bastarreche había tenido el nexo común de la llegada de las aguas del Taibilla a la población. De esta forma benefactora se presentaba en los años cincuenta en Alhama, como en otros pueblos, en los que era habitual que las autoridades municipales se congratularan con el poder militar y político. En este caso, no se ha encontrado en las Actas Municipales, publicaciones de la Mancomunidad de los Canales del Taibilla, y hemeroteca de la época ninguna documentación ni referencia que acredite la colaboración con la villa de Alhama del Almirante Bastarreche. Si queda documentada la importante labor que realizan todas las corporaciones municipales, desde 1923 hasta la presidida por don Constantino López Méndez, para la traída de las aguas del Taibilla a la villa de Alhama, promoviendo obras y haciendo gestiones económicas que lo hicieran posible en unos años difíciles.
En estos años no era posible conocer los diferentes episodios que durante la Guerra Civil había llevado a cabo el Almirante Bastarreche, pero la parcial apertura de los archivos ha hecho posible la aparición de decenas de publicaciones científicas, en las últimas décadas, con la aportación de fuentes documentales que nos permiten conocer en la actualidad los hechos sucedidos.
Su actuación más grave, y que se puede consultar en la abundante bibliografía, como comandante del buque Canarias, fue el bombardeo desde 300 metros de la costa, a los que huían de la guerra por la carretera que une Málaga-Almería, donde murieron miles de civiles, principalmente niños y mujeres, posiblemente la mayor tragedia de la Guerra Civil.
El 2 de agosto de 1941 es ascendido a Almirante, y por decreto de igual fecha, nombrado Comandante General del Departamento Marítimo de Cartagena, cargo en el que permanecerá hasta el 11 de agosto de 1950, durante cuyo mandato participó en diferentes y graves casos de represión. Durante los casi nueve años de estancia en Cartagena firmó 48 penas de muerte. La primera a los 20 días de su llegada, en la mayoría de los casos ejecuciones múltiples, por ejemplo 11 fusilamientos el día 11 de enero de 1944. (Egea 1987).
En el momento histórico en el que suceden los hechos, el Almirante Bastarreche es el presidente de la Mancomunidad de Aguas del Taibilla y por lo tanto, un personaje influyente y con el cual se mantiene una relación en los distintos pueblos que favorece el acercamiento de los mismos a su figura, con un reconocimiento a través de calles, fuentes o plazas. Las fuentes documentales consultadas muestran que realmente su actuación se limitó a visitar los pueblos y recibir los honores por la llegada de las aguas aunque realmente no hubo una ayuda efectiva.
Sesenta años después y con el estudio de la documentación, ese argumento no es sostenible. En el acta de nombramiento de hijo adoptivo y en el resto de actas capitulares no se acreditan méritos sobre el particular, sino un agradecimiento cercano y espontáneo que se resume en un apéndice de un acta.
No se ha localizado, por tanto, ninguna documentación asociada a este hecho histórico como es la llegada de las aguas potables del Taibilla a Alhama.
