Nuevos hallazgos en El Murtal y Las Paleras consolidan estos yacimientos entre los más importantes de la Región
15/07/2020
El campo de trabajo del Cerro del Castillo 2020 que se viene desarrollando desde el día 6 de julio en los yacimientos alhameños de El Murtal y Las Paleras, ha continuado las tareas ya iniciadas en años anteriores, aunque este verano, ante las circunstancias especiales que vivimos, con un esfuerzo implementado en seguridad y prevención que ha reducido el grupo de participantes. Los equipos de excavación, más pequeños, 18 en Las Paleras y 7 en El Murtal, están formados por doctores e investigadores predoctorales en Arqueología de la Universidad de Murcia, graduados y licenciados, estudiantes en Historia y voluntarios de Alhama de Murcia. La mayoría de ellos han venido participando en los últimos años.
En cuanto a los trabajos desarrollados en el Cabezo de la Fuente del Murtal, la campaña arqueológica de este 2020 se ha centrado en continuar avanzando en los cortes iniciados en 2018 sobre el denominado Sector Noreste de la cima, concretamente un barrio de viviendas y una estructura defensiva de gran envergadura de unos 2.500 años de antigüedad.
El descubrimiento de nuevos espacios habitacionales y estructuras anexas, así como los hallazgos de materiales cerámicos y un botón de bronce, ponen de manifiesto la importancia que esta zona de El Murtal alcanzó entre los siglos VI y V a.C. Una posición que, es necesario recalcar, destaca por su situación geoestratégica respecto al territorio inmediato de la cuenca del Guadalentín y la entrada de la Rambla de las Moreras.
Las excavaciones forman parte de un proyecto de investigación mayor en el que se analiza la entidad urbana que se desarrolló en torno a la Rambla de Algeciras durante el Bronce Final y la Edad del Hierro, incluyendo en esta lectura poblacional los resultados obtenidos desde 1980 en el yacimiento vecino del Castellar de Librilla.
En el yacimiento de Las Paleras la intervención arqueológica ha tenido como objetivos ir delimitando los espacios, ya excavados, en los sectores del poblado oeste y norte, ampliando la percepción urbanística con definición de estructuras murarias y pavimentos que serán objeto de consolidaciones y restauraciones. Estos espacios, como cada año, ofrecen un material constructivo, por una parte, fragmentos de vigas de techumbre, esparto trenzado, ramajes y depósitos de tapial de tierra de las cubiertas y de las paredes, junto a la gran riqueza cerámica de vajilla de mesa, iluminación, almacenamiento, etc. con algún recipiente completo del siglo IX.
El nivel de incendio o destrucción del poblado también se ha vuelto a confirmar en espacios como el 17 o el 24 y la cronología del yacimiento, conforme avanza la investigación, se ha confirmado con indicadores tan importantes como la ausencia casi total de cerámica vidriada o de cerámica califal decorada con verde y manganeso.
El urbanismo del poblado norte se ha ampliado con la nueva calle secundaria que partiendo de la principal E31, ordena las viviendas hacia el sur.
Dos calles principales y cinco calles secundarias comienzan a ordenar en manzanas este importante poblado en altura de época emiral de Las Paleras en el Cerro del Castillo de Alhama de Murcia, constituyendo uno de los enclaves más interesantes del Valle del Guadalentín y de toda la Región de Murcia.