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Fincas municipales

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Fincas municipales

Desde 2008 el Ayuntamiento de Alhama de Murcia ha pasado a ser propietario de diversas fincas rústicas de alto valor ambiental, ubicadas todas ellas dentro de los límites o en las inmediaciones de espacios naturales protegidos. Aunque la gran mayoría proceden de cesiones urbanísticas, algunas se han obtenido mediante la compra directa a sus propietarios.

Este proceso no ha concluido y de hecho este Ayuntamiento sigue gestionando la adquisición de algunas fincas más. Está pendiente la posible recepción de otras a través de antiguos convenios urbanísticos.

Dadas las diferentes ubicaciones y titularidades de procedencia las fincas presentan también diferentes formas de deslinde o amojonamiento, y así están desde las que sus linderos se basan en el simple tratamiento que se da a los cultivos de una propiedad con respecto a los de otra, hasta las que tienen mojones de piedra y/o pilastras de hormigón que intentan definir con la mayor precisión posible las líneas divisorias entre la propiedad municipal y los predios contiguos.

La superficie total de fincas municipales ubicadas en espacios naturales protegidos es de algo más de 730 has.

Relación de las diferentes fincas:

SIERRA ESPUÑA

  • Cabezo de Moriana. Zona de monte con una cubierta vegetal principalmente de matorral. Ubicada entre el collado de Moriana, la rambla de Fuente Alta o Azaraque, la rambla del Estrecho y el canal del Trasvase Tajo-Segura. Con una superficie superior a las 64 hectáreas tiene su cota máxima a 609 metros de altitud sobre el nivel del mar (msm).
  • Cabecera del Barranco de El Berro. Zona de monte con una cubierta vegetal principalmente de pinar. Se trata de una parcela con un perímetro muy quebrado, de irregulares linderos, ubicada en la cabecera del citado barranco, justo a la norte de casa Leyva y por una de las zonas de paso de los berreños hacia Espuña, tiene una superficie de 10 hectáreas y su cota máxima se sitúa en torno a los 850 msm.
  • Barranco de El Berro. Ligeramente al este de la anterior, está también formada por una zona de monte con pinar. Su superficie ronda las 1,5 hectáreas y su cota máxima se sitúa en torno a los 700 msm.

SIERRA DE CARRASCOY

  •  La Umbría de Carrascoy. Se trata de una bella finca cubierta de matorral y pinar, aunque con abundante carrascal achaparrado, sobre todo conforme se gana altitud. Está ubicada en la vertiente noroeste de Carrascoy, por lo que se ve favorecido por una menor insolación durante gran parte del año y, en consecuencia, una mayor densidad de vegetación. Las ramblas de Peñas Blancas y de la Murta sirven aproximadamente de límites norte y sur, mientras que al este continúa la montaña hasta su cota máxima y al oeste están los cultivos del piedemonte carrascoyense. Tiene su cota máxima a 756 msm, justo en las inmediaciones de El Charco, uno de los parajes más bonitos de la finca e incluso de la toda la sierra. De hecho, allí se dan algunos de los ejemplares de carrasca más singulares. Algunas de las mejores rutas senderistas o de btt que se pueden hacer por esta sierra pasan por este paraje. La superficie total de la finca es de casi 295 has, por lo que es la más grande de cuantas posee el Ayuntamiento.

BARRANCOS DE GEBAS

  • Cabecera del barranco del Agua o finca de los Paulines. Con las dos fincas de los barrancos de Gebas cambiamos diametralmente de registro paisajístico. Ahora el monte es casi en exclusiva matorral de bajo porte y pastizal, cuando no nada, pues gran parte de él se asienta sobre terrenos margosos altamente erosionados. Tal vez esta primera finca de los Barrancos tenga algunas características más forestales que el resto por la proximidad a Espuña y, sobre todo, al llamado “glacis” de La Retamosa, una zona de suave pendiente con un suelo muy encostrado. La finca cuenta con algunas zonas de cultivo años atrás abandonados, principalmente almendros y algo de cereal. Se le conoce también como “cabecera del barranco del Agua” porque es aquí donde tiene su origen uno de los cauces tributarios más singulares de la rambla de Algeciras por su margen izquierda. Las 54 hectáreas de la finca se distribuyen entre el límite con el municipio de Mula y el camino de los Azagadores, teniendo como cota máxima el vértice geodésico “Gebas”, a 428 metros de altitud justo al lado del Cementerio.
  • Pico del Águila y Llano del Aire. Es la continuación de la anterior, o sea, que esta finca linda al oeste con la de los Paulines. De nuevo, su superficie se extiende desde aquel “glacis” de La Retamosa hasta la vereda de los Azagadores, aunque a la altura del mirador de los Barrancos una estrecha franja de terreno la une con el hondo de la rambla de Algeciras en el paraje conocido como Cejo de los Níos. Seguimos hablando de una zona de monte bajo y pastizal, asentada sobre terreno margoso (gledoso se le dice por aquí), de gran belleza por las formaciones erosivas que este tipo de sustratos sufren. La cota máxima se mueve por los 400 msm y la superficie supera las 81 has.

SALADARES DEL GUADALENTÍN

  • La Alcanara. Es una de las mejores representaciones esteparias de todo el valle del Guadalentín, donde la salinidad del suelo es un factor condicionante para la flora y, por supuesto, para una parte importante de la fauna. Un lugar especial porque precisamente es de los pocos parajes de este amplio valle que aglutina cinco figuras de protección en unas pocas hectáreas de superficie, a saber: Paisaje Protegido, Lugar de Importancia Comunitaria (LIC), Zona de Especial Protección para las Aves (ZEPA), Área de Protección de la Fauna Silvestre (APFS) y Área de Sensibilidad Ecológica (ASE). Y todo eso está en nuestra finca municipal. La Alcanara es ese casi perfecto mosaico de vegetación de saladar, de manchas de cereal, de barbechos esperando su turno de cultivo e incluso de grandes encharcamientos cuando la abundancia de lluvias lo hacen posible. Porque como dicen los especialistas en el tema esta llanura es semiendorreica, o dicho de otra manera, que el agua que le llueve o le llega por escorrentía no tiene fácil salida y por tanto en ocasiones crea importantes superficies inundadas. Y con agua o sin ella, nuestra finca acoge a aves tan emblemáticas como el sisón o la ortega y sirve de área de campeo del cernícalo primilla o del aguilucho cenizo, entre otras especies. Estamos hablando de unas 214 has cuya cota máxima, pero inapreciable, alcanza los 190 msm, todo ello enclavado en la pedanía de Las Cañadas, entre el río Guadalentín y la autovía RM-23.
  • Quebrada de Beatriz. En realidad se trata de dos parcelas situadas una frente a la otra a ambos márgenes del cauce público conocido como Quebrada de Beatriz, una profunda hondonada que “quiebra” el llano terreno de esa zona de los Saladares hasta su desembocadura en el río Guadalentín a la altura del paraje conocido como El Puntal. En realidad, la Quebrada comienza en las inmediaciones del caserío de La Venta Aledo, donde poco a poco una suave depresión va formando un amplio cauce que paulatinamente va profundizando sobre el terreno, plagándose de vegetación de ribera propia de suelos salinos. En esos comienzos es donde se ubican las dos parcelas municipales, siendo ambas uno de los pocos testigos de cómo era realmente el estado natural de esas riberas y su comportamiento como ecosistema. Más o menos por esta zona era por donde la Quebrada recibía las aguas de las lluvias torrenciales que desde las “cañadas” de la pedanía homónima (Las Cañadas, que obviamente es como se llama) vertían hacia esta parte del valle, para por fin entregar aquellas aguas al río Guadalentín. La importancia de estas parcelas no es para nada baladí, antes al contrario, pues tanto su cubierta vegetal como los procesos hidrodinámicos que en tan pequeña porción de terreno se dan son casi relícticos. Este es uno de los pocos sitios del valle donde aún se pueden observar los tradicionales “tollos”, de los que ya hemos hablado al tratar del Paisaje Protegido de los Saladares del Guadalentín, al cual por cierto, pertenecen estas parcelas, junto con el LIC y la ZEPA. En total, hablamos de dos fincas que suman poco más de 5,5 has de superficie y cuya cota altitudinal máxima apenas si llega a los 178 msm.
  • La Calavera. Desde el punto de vista botánico esta parcela es una joya. Sus 3,2 has forman parte de la zona de saladar llano situado al norte de la rambla de las Salinas y a apenas 100 metros de la autovía A-7, pero es refugio de algunas de las mejores formaciones de vegetación asociadas a suelos que tienen abundancia de sales, los llamados suelos hialinos. De hecho, las plantas que cubren esta parcela forman parte de algunas de las especies que la Unión Europea incluye dentro los llamados “hábitats de interés comunitario prioritarios”. Tanto dentro de ella como en su periferia, especialmente en la vecina rambla, aparecen dos de las especies de mayor importancia para la conservación de la zona, almarjo (Halocnemum strobilaceum) y taray (Tamarix boveana). No cabe duda de que por todos estos motivos esta parcela está incluida en zona de conservación prioritaria del Paisaje Protegido Saladares del Guadalentín, aparte de que también está dentro del LIC y la ZEPA.
  • El Albardinal. Es la finca más pequeña de cuantas posee el Ayuntamiento, pues su superficie es ligeramente inferior a los 8.000 m2 (0,8 has). Está a unos 400 metros de la anterior y aunque se asienta sobre suelo salino tradicionalmente se ha destinado al cultivo de cereal.

SIERRA DE LA MUELA

  • La Viña. La sierra de La Muela es en su mayor parte Monte Público (el nº 162 de los montes catalogados de utilidad pública), pero cuenta con algunos pequeños enclavados de propiedad privada. Uno de ellos es esta pequeña parcela de 1,7 has, una zona de monte de repoblación ubicada en la ladera norte de la sierra a unos 455 msm y que pertenece al Ayuntamiento de Alhama de Murcia desde enero de 2010. En realidad, la mitad de la finca mantiene su antiguo uso como cultivo de cereal (puede que antaño lo simultaneara con olivar), actualmente con fines cinegéticos, mientras que el resto es un pinar de diversa densidad, curiosamente en gran parte de repoblación natural. Ambas mitades están claramente diferenciadas, pues por en medio le atraviesa el camino que da nombre a la finca, el de la Viña.
Fincas municipales - 1
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