Las habilidades sociales son las capacidades que desarrollan las personas para relacionarse con los demás -padres/madres, hermanos(as), maestros(as) y amigos(as)-. Este término también se puede definir como el conjunto de comportamientos eficaces en las relaciones interpersonales; por ejemplo, hay habilidades muy simples, como escuchar, compartir, apoyar, animar, respetar y aceptar diferencias, entre otras. Sin embargo, también existen habilidades más difíciles, como son tener que decir “NO” a un amigo(a) cuando no se comparte la decisión y no se quiere que se enfade o resolver conflictos.

El incremento del interés por promover las habilidades sociales desde la infancia y/o la adolescencia ha venido dado, en parte, por los avances en la investigación que han demostrado la importancia de la competencia social en la infancia para el posterior funcionamiento social, académico y psicológico.

Las habilidades sociales no sólo son importantes por lo que se refiere a las relaciones con los demás, sino que también permiten que el niño asimile papeles y normas sociales. Las deficiencias en dichas habilidades  se han relacionado con la baja autoestima, pobre rendimiento escolar, problemas de conducta ene l aula, acoso escolar, consumo de drogas…

Algunos indicadores que nos ayudan a reconocer a un joven con déficit de habilidades sociales serían los siguientes:

• No se acerca a otros de forma positiva
•  Tiene problemas de relación con los profesores y/o los padres u otros adultos
•  No expresa sus deseos y preferencias de forma clara
•  No sabe hacer valer sus derechos
•  Es fácilmente intimidado por otros/as violentos/as o agresivos/as.
•  Expresa sus frustraciones discutiendo o agrediendo a otros/as
•  Se muestra excesivamente tímid@ o inhibid@
•  No participa en los juegos, ni se gana el acceso a los grupos
•  Tiene dificultades para tomar o respetar los turnos
•  No muestra interés por otr@s, ni intercambia información apropiadamente
•  No sabe negociar ni convencer a otr@s
•  Trata de llamar la atención de forma poco apropiada
•  Usualmente es abandonado, rechazado o ignorado

Afortunadamente, las habilidades sociales se adquieren, principalmente, a través del aprendizaje (por ejemplo, mediante la observación, la imitación, el ensayo y la información) y por tanto pueden adquirirse y mejorarse a través de un entrenamiento adecuado.

Mediante un Taller de Habilidades Sociales para adolescentes, éstos pueden aprender cómo relacionarse con los padres, profesores y amig@s y aprender cuestiones tan importantes como saber “decir no” y resolver conflictos, sentando bases sólidas para el desarrollo de su autoestima.

Las habilidades sociales son fundamentales para el éxito a largo plazo, tratándose de una dimensión básica de la tan traída y cada día mejor valorada inteligencia emocional. Suponen una combinación de la capacidad de entender y gestionar el propio estado emocional y la capacidad de comprender y responder a otras personas.

Las habilidades sociales no sólo incluyen la comprensión y el uso de las convenciones sociales, sino que también incorporan la capacidad de entender la forma en que los demás se comunican e interactúan, la reciprocidad y la capacidad de establecer relaciones interpersonales.

Un capitulo especial merecerá el tratamiento durante este curso de los nuevos modos de relación, concretamente la presencia de las redes sociales en nuestras vidas y las implicaciones que conllevan de cara a las relaciones personales.

Las Redes Sociales se han instalado en nuestras vidas con determinación y celeridad. Aportan relaciones sociales que ayudan incluso a cubrir necesidades básicas del ser humano. Sin embargo, la dinámica con la que actúan y las formas de uso de quienes participamos de ellas generan efectos no deseables relacionados con la privacidad.

La protección de la privacidad en general y en las redes sociales en particular debe ser un tema relevante en la formación de los menores que, según los estudios, desde los once años comienzan a coquetear con estos entornos.

PERFIL DE LOS DESTINATARIOS DEL PROGRAMA

Características del mundo adolescente:

Conviene recordar que no todos los adolescentes son iguales, ya que la adolescencia será vivida de modo diferente, dependiendo del lugar y la cultura en la que nos encontremos. Y ni siquiera compartiendo cultura, todos los adolescentes se comportan de un modo idéntico.

Pero en nuestra cultura, los adolescentes comparten muchas características, fruto de la etapa y cambios físicos y psicológicos con los que deben enfrentarse.

Vamos a comentar algunas de estas características, ya que determinarán en gran medida, los objetivos que nos marquemos, los contenidos y de manera especial, la metodología que propongamos para el desarrollo del programa de habilidades sociales:

• Inseguridad: es uno de los sentimientos más intensos que experimentan los adolescentes, el cual le lleva a buscar estrategias para disimularla del tipo pasota, o “yo controlo.”
• Sensación de rareza y de vergüenza, condiciona su comportamiento frente a los demás. Debemos pensar que todos tenemos necesidad de sentirnos aceptados por las personas que nos rodean, pero ésta necesidad para los adolescentes, es una cuestión vital. Los cambios que se producen en su cuerpo, en su imagen, física les preocupan enormemente, pues ésta es su “tarjeta de presentación personal”. Con ella van a ser juzgados, valorados y aceptados o rechazados por los otros.
• Continuos cambios en su autoconcepto. El auto concepto incluye aspectos físicos, psicológicos, sociales y morales, pero a estas edades, la imagen física es la gran protagonista. Los cambios en el concepto de sí mismos, explica que hoy se sientan maravillosos y capaces de todo, y mañana estén totalmente hundidos.
• Otra característica muy evidente es la “labilidad afectiva”, es decir, los sentimientos cambiantes de los adolescentes. Esto es debido tanto al desorden hormonal en el que se encuentran, como a la inseguridad que antes comentábamos.
• Falta de habilidades: se produce habitualmente un gran desequilibrio entre las múltiples necesidades que tienen (afecto, reconocimiento, valoración, aceptación entre el grupo de iguales, etc.) y las habilidades de las que disponen para cubrir esas necesidades. No saben pedir las cosas, o no saben salir de situaciones a las que han llegado de manera precipitada, lo que puede hacerles correr serios riesgos. 
• Tienden a priorizar los sentimientos a los pensamientos (justo al revés de la mayoría de los adultos). Pueden ver las consecuencias de sus actos, pero no siempre actúan de manera consecuente. 
• Egocentrismo: Piensan que son el centro y se siente diferente de los demás. El adolescente piensa que las cosas que le pasan, solo le pasan a él. Lo cual explica que en muchas ocasiones se sientan incomprendidos. Pero también explica que se crean diferentes, especiales, y creen de algún modo, un mundo especial, con pensamientos mágicos e imaginarios. Necesidad de experimentación. Saber en primera persona lo que sucede, lo que supone si …. Hay también que recordar que para los jóvenes la salud no es un valor fundamental, pues aún no se han visto en situación de perderla o tener problemas. Es algo que no va con ellos. Lejano aún. 
• Sensación de invulnerabilidad: De este modo, podemos entender que a pesar de tener la información y conocer los riesgos por tanto los riesgos a los que se exponen, en muchas ocasiones, realicen comportamientos de “locos” (sexo, drogas, conducción de vehículos),  y se escuden en el “yo se que puede pasar, pero a mi no me pasará”. (pensamiento mágico) 
• El grupo para el adolescente. El grupo disminuye la sensación de inseguridad, aporta protección, y le ayuda a superar la crisis personal (valores, comportamientos, sentimientos, etc.) que vive.  EL grupo es la alternativa perfecta a la familia.  El grupo ayuda a superar y comparte inquietudes a cerca cambios físicos, relaciones afectivas, sexuales, normas, cuestionamiento de normas y modelos, etc. Todo esto son aspectos positivos que tiene el grupo para la formación del adolescente, pero también, como la otra cara de la moneda, este poder del grupo, puede representar otros peligros: absorber la personalidad, estar influenciados por las modas y publicidad, ejercer presión, lider, etc.
• NATIVOS DIGITALES. Las nuevas tecnologías, Internet y las redes sociales se han convertido en algo indispensable en la sociedad, y especialmente en los jóvenes entre 16 y 26 años. Tanto es así que ellos mismos admiten "sentirse aislados, incomunicados e incompletos y que no sabrían cómo rellenar rutinas, integrarse o socializarse" si no las    tuvieran, según las conclusiones del estudio 'Jóvenes y comunicación. La impronta de lo virtual', realizado por el Centro Reina Sofía sobre Adolescencia y Juventud, un centro privado creado por la Fundación Ayuda a la Drogodependencia (FAD). Por todo lo dicho y especialmente por el último punto, en estos talleres trataremos sobre aquello que no encontramos en Internet, es decir   

El aprendizaje y entrenamiento en competencias sociales en adolescentes supone:  

• Entender que las relaciones interpersonales son importantes para el desarrollo y funcionamiento psicológico de los jóvenes.
• La falta de habilidades y competencias en este sentido puede contribuir a generar disfunciones y perturbaciones psicológicas.
• Ciertos modos y estrategias de relación son más adaptativos para los diferentes encuentros sociales.
• Estos modos y estrategias interpersonales pueden enseñarse, pueden ser aprendidos.
• Tras el ensayo e incorporación en la batería de conductas de un individuo, estas estrategias mejorarán la competencia social.
• La mejora de la competencia social puede contribuir a la mejora y funcionamiento psicológico, social y profesional del sujeto. 

Cuando no se da esta competencia social, es necesario, desarrollarla. El taller propone herramientas para experimentar y formar en este sentido. 

OBJETIVOS DEL TALLER 

• Generar en los jóvenes actitudes positivas y de confianza, con respecto a su propia persona, incidiendo en la necesidad de conocerse a sí mismos y potenciar y valorar sus propios recursos. Reconocimiento y aceptación. 
• Facilitar la adquisición de pautas de convivencia social y de estrategias de afrontamiento de los problemas y situaciones adversas. Aprender a regular la expresión de emociones. 
• Desarrollo del interés por comunicar y por relacionarse con los demás. 
• Proporcionar a los jóvenes los instrumentos necesarios para el desarrollo de sus relaciones interpersonales, sea cual sea el medio en el que se produzcan, de manera satisfactoria minimizando las posibilidades de rechazo y exclusión de grupos sociales. 

PROCESO DE COORDINACIÓN Y SEGUIMIENTO EQUIPO DOCENTE QUE DESARROLLA EL PROGRAMA  

El proceso de puesta en marcha que seguiremos será el siguiente:   

1.- Desde el primer momento que nos comuniquen el inicio del programa, la coordinadora del mismo, por parte de la empresa, se pondrá en contacto telefónico con los/as responsables del taller en los centros (director/a, jefe/a del Dpto. de orientación, etc.). 

2.- Se convocará una reunión con dichos responsables de los centros, en la cual se concretará el programa para su centro (número de grupos, alumnos / as destinatarios / as, fechas previstas de inicio, horarios de tutorías, tutorías del programa en el centro: espacios y horarios, etc.). 

3.- A partir de aquí, se estructurará el trabajo y la empresa asignará los/as profesionales necesarios a cada uno de los centros. 

4.- Se mantendrá una reunión con el tutor (o tutores en caso de ser varios grupos los seleccionados para trabajar el programa con ellos), a la que asistirá la/as profesionales encargadas de desarrollar el programa. En esta se explicará el taller y los objetivos del mismo, contenidos a trabajar, metodología, vías y canales de coordinación y colaboración, ajustes de horarios, colaboraciones especiales, etc. 

5.- Inicio de los talleres en cada uno de los centros. 

6.- Se establecerá un día de reunión semanal con cada tutor/ equipo de tutores que conjuntamente con los responsables de los departamentos de orientación y la/s profesionales encargadas de desarrollar el programa, para realizar el seguimiento, valorar el proceso y realizar todas aquellas aportaciones y mejoras que se estimen oportunas. Todo esto durante el tiempo que se extienda el programa los grupos de alumnos / as. 

7.- Evaluación del programa en el centro. 

TEMPORIZACIÓN DEL PROGRAMA 

Horarios y duración del programa 

El taller de habilidades sociales está diseñado para realizar en 4 horas lectivas por grupo. Estas horas se realizan en las sesiones de tutorías de los alumnos con una frecuencia de una sesión semanal.  

Las sesiones en términos generales se realizarán consecutivas, si bien en algunos casos, podrá pactarse con los profesores tutores modificaciones (cesión de horas del curso y aplazamiento de sesiones) por necesidades de programación. Por ejemplo para realizar sesiones de evaluación con los alumnos / as, trabajar algunos contenidos específicos por parte de los tutores, etc.