Atención al consumidor informa:
Llega uno de los momentos más esperados por los pequeños de la casa. En apenas unos días recibirán los juguetes que tanto tiempo llevan esperando. Antes de trasladar la lista de peticiones a los Reyes Magos conviene tener en cuenta una cuestión realmente inquietante: algunos de esos juguetes pueden violar la intimidad de tus hijos.
Las pasadas navidades, la agencia CNN revelaba cómo uno de los productos estrella de Mattel; la muñeca Barbie, en su versión “Barbie Hello”, podría estar vulnerando seriamente la intimidad de los más pequeños captando activamente datos, preferencias y otra información de índole personal.
Bajo la apariencia de una muñeca convencional, la CNN descubrió un complejo dispositivo electrónico capaz de conectarse a Internet vía Wi-Fi y con un pequeño módulo de inteligencia artifical que le permitía interactuar verbalmente con nuestros hijos, obtener datos e – incluso – almacenarlos en la nube.
El producto tuvo una muy escasa repercusión en España ya que toda la infraestructura estaba, fundamentalmente, diseñada para los mercados y usuarios de habla inglesa. Sin embargo, la misma fuente (CNN) advierte de un peligro aún más cercano para nuestros hijos: al menos dos nuevos modelos de juguetes que sí están en los lineales de venta españoles y que, tal y como revelan varios estudios, también podrían estar espiando a sus pequeños usuarios.
Se venden en España… y graban sus conversaciones.
Los temidos “juguetes espía” ya están en España, de hecho podemos encontrarlos en algunos de los más habituales grandes almacenes españoles (así lo hemos comprobado en Atención al Consumidor). El Centro de Información de Privacidad Electrónica, junto a la campaña 'Por una Niñez Libre de Comerciales' y el Centro para la Democracia Digital y la Unión de Consumidores ya se han posicionado frente a dos productos potencialmente intrusivos: la muñeca “My Friend Cayla” (imagen que acompaña al presente artículo) y el robot “i-Que”.
Estas entidades acusan directamente a sus respectivos fabricantes: “Tanto Genesis Toys como Nuance Communications recoge, usa y revela injusta y engañosamente archivos de audio de las voces de los niños sin dar una adecuada advertencia u obtener un consenso paternal verificado“, en lo que, a todos los efectos, tiene ya carácter de demanda formal.
Según las entidades mencionadas, ambos productos tienen la capacidad de conectarse a Internet, entender las frases de los pequeños, transcribirlas a texto… y procesarlas mediante una sofisticada computación en nube, ¿con qué fin?, obviamente éste particular Big Data tiene un valor inestimable en el plano comercial, por lo que sus aplicaciones finales son inmensas.
Todo ello sin requerir el consentimiento explícito de los padres y sin dejar a éstos el debido control de lo que capta el dispositivo.
¿Pueden hacerlo?
A nivel técnico desde luego sí. Legalmente la situación ya no es tan clara, ya que cualquier producto que se comercialice en territorio español tiene que atenerse a la normativa española y europea. Una normativa que es particularmente restrictiva en materia de privacidad y protección a los más pequeños.
Por ello, y una vez más, nuestra recomendación es supervisar los juguetes que ponemos en manos de nuestros hijos desde el mismo momento que éstos pasan a formar parte de la habitual “Carta a los Reyes Magos”. Pero también debemos prestar atención cuando éstos son utilizados y, en el caso de constatar algún tipo de anomalía, actuar de forma inmediata. Resulta crucial conservar los justificantes de compra así como la documentación que incluye cada producto.
Las nuevas tecnologías son un valioso aliado de nuestra calidad de vida pero, también, pueden permitir usos perniciosos que, como vemos, pueden resultar especialmente lesivos para un público tan vulnerable como es el infantil.