Alhama

Relieve

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Un repaso al relieve de Alhama

Así es Alhama, un municipio con tremendos cambios en el relieve. Esto le da una gran diversidad en todo: ecosistemas, paisajes, cultivos, costumbres… y hasta historia. Y es que el relieve es uno de los elementos que más caracterizan un territorio. Determina el clima local, la distribución de la fauna y la flora, la ubicación de las ciudades, de las actividades agrícolas o industriales, de las vías de comunicación y hasta de los lugares de ocio. En Alhama, su característico relieve en forma de cubeta con una base que es el Valle del Guadalentín y unas “paredes” que son Sª. Espuña, La Muela y Carrascoy, ha determinado una febril actividad urbana, agrícola e industrial en la parte baja y una creciente dedicación al ocio de las montañas. En ellas se aglutina el mayor número de formas del relieve: cumbres, laderas, escarpes, barrancos, etc.

La ciudad de Alhama se asienta precisamente en uno de los laterales de esa vasta "cubeta". Enmedio, el Valle del Guadalentín, con una anchura superior a los 6 km. en algunas zonas, configura la plataforma donde se ejerce la mayor parte de la actividad socioeconómica del municipio. Los dos conjuntos de sierras que delimitan a Este y Oeste este municipio se ajustan al sistema de alineaciones montañosas que configuran la casi totalidad de la Región, con una clara orientación en dirección Noreste-Suroeste, siempre alternando con depresiones y llanuras entre las que destacan precisamente la del Guadalentín y su continuación con la del Segura.

Valle del Guadalentín

Esta estructura de cubeta define uno de los contrastes altitudinales más acusados de cuantos se dan en esta Región, lo cual, por cierto, va a influir de forma decisiva en el clima de esta comarca como más adelante veremos. En el caso de Sierra Espuña es del orden de 1.300 metros de altitud en menos de 15 km. de recorrido en línea recta. En el de Carrascoy es de ¡900 metros en menos de 5 km.!

El municipio de Alhama presenta una gran diversidad de formas en sus relieves. En la zona central destaca esa gran depresión excepcionalmente llana a la que ya hemos hecho referencia con anterioridad. De escasa pendiente, presenta algunas zonas de carácter endorreico o semiendorreico, es decir, carentes de salida natural de las aguas. Precisamente sobre ella desaguan algunas de las ramblas más importantes de la zona. Y es que estas, las ramblas, son el canal hidrológico más abundante en estas tierras del Sureste español. Ahí están Rambla Celada, Rambla de Los Molinos o las numerosas “ramblillas” que evacuan las lluvias de La Muela. También algunas de tanta envergadura como la Rambla de Algeciras, la única que desde Sierra Espuña es capaz de atravesar el valle y desembocar en el Río Guadalentín. Por cierto, éste es otro importante elemento que ha contribuido a configurar la depresión e incluso a darle nombre. Atraviesa el municipio alhameño de Suroeste a Noreste convertido en un profundo canal natural, mucho más activo como rambla que como río.

Las montañas de la zona aglutinan otra importante parte de esa diversidad de formas del relieve. Las cumbres, laderas, escarpes, barrancos y piedemontes caracterizan estos lugares, en especial las Sierras de Espuña y Carrascoy. En el primer caso, su relieve está definido por un conjunto de líneas de cumbres que, principalmente en dirección Este-Oeste, configuran el macizo central. Desde allí varios barrancos vierten hacia las dos subcuencas de la zona: la del Río Pliego y la del Guadalentín. Las formaciones kársticas del macizo central constituyen uno de los más importantes valores geomorfológicos de esta Sierra. La línea de cumbres de la Sierra de Carrascoy, de menor complejidad que la de Espuña, también define dos subcuencas, la Noreste, más escarpada, que drena hacia el Guadalentín; y la Sureste, que vierte hacia el Campo de Cartagena. En la ladera Norte de esta Sierra son características las formaciones de depósitos de sedimentos que en forma cónica o de abanico se extienden desde la base de los barrancos hasta el Guadalentín. Se les conoce como conos de deyección y son lugares en la actualidad dedicados a diversos cultivos agrícolas por la buena fertilidad de su suelo.

Sierra de Carrascoy

La Sierra de La Muela es otra estructura importante del relieve alhameño. Su envergadura es menor que la de las anteriores, tanto en superficie (unas 1.600 hectáreas) como en altitud (640 metros). Se trata de una alineación de unos 6 km. de longitud que, de nuevo en dirección Noreste-Suroeste, se extiende entre las Ramblas de Algeciras y Los Molinos, con una marcada diferencia entre la pendiente suave de su ladera Norte y la más escarpada que presenta al Sur. Es en esta vertiente donde precisamente se ubica el hito que más caracteriza el relieve de la localidad de Alhama: el Cerro del Castillo, con 325 metros de altitud.

Roca sedimentaria

Por último, la otra forma destacada de los relieves alhameños la constituyen los "bad-lands" (palabra inglesa que quiere decir "tierras malas") de los Barrancos de Gebas.  Aquí, las características del sustrato y los procesos erosivos de carácter hídrico han configurado un singular paisaje muy dinámico de profundos barrancos, surcos y cárcavas.

BIBLIOGRAFÍA:
Descubre Alhama de Murcia
Un paseo por su patrimonio natural y cultural

Relieve - 1
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